lunes, 2 de septiembre de 2013

Aumenta tu paz interior con este simple tip.

Constantemente pensamos que las posesiones nos hacen sentir mejor con nosotros mismos o más felices con nuestras vidas. Buscamos los últimos juguetes tecnológicos y les damos demasiada atención, y hasta mucho más que a las personas que nos rodean. Existe en nuestra sociedad moderna una obsesión con el consumismo que te dice "compra, compra, compra" que hasta llegamos a comprar artículos que no necesitamos en realidad, solo los adquirimos de pura moda o monería

Esto envuelve a la gente en un círculo vicioso por el último celular, consola de videojuegos, zapatos de moda, auto, moto, etc, lo cual no es malo; es decir, desear tener posesiones que complementarán nuestra vida o que nos van a ahorrar tiempo es aceptable; lo que creo no lo es viene a ser el apego a éstos de tal manera que sintamos que sin ellos no podemos estar contentos con nosotros mismos.

Una forma de sentirse muy bien con uno mismo, con los demás y con mucha paz interna es una simple acción que no requiere de dinero, tarjetas de crédito, o tarjetas de tiendas por departamento que lo que mejor hacen es endeudar más a la gente. De lo que estoy hablando es del poder de la gratitud. Estar agradecido por lo que se tiene, por lo que se vive, por lo que nos rodea no tiene precio.

Pasa que usualmente tomamos las cosas por sentado. Creemos que lo que tenemos en la actualidad debemos tenerlo siempre sí o sí y que nunca nos va faltar. Asumimos muchas veces que nuestra casa, cama, comida, trabajo, pareja, padres, hermanos, salud, etc. siempre estarán ahí y nunca nos van a ser falta. Es por ello, que tantísimas veces no los valoramos como corresponde.

Para verlo con más claridad, puedes tomar una papel y hacer una lista de las cosas que tienes, tanto físicas como no físicas por las cuales te sientes agradecido. Reflexionar en ello, y sobretodo sentirte agradecido de que éstas cosas estén en nuestra vida te genera mucha paz y felicidad. Muchas gente, ni siquiera en otros países o continentes, no tienen nada, y nosotros comparados con ellos lo tenemos todo.

¿Estoy tratando de decirte que seas conformista y nunca aspires a más? Por supuesto que no. Puedes desear más cosas, pero la clave es entender que tu felicidad no depende de que si los obtengas o no. Estar agradecido con lo que uno tiene me ha ayudado mucho a darme cuenta de lo inmensamente bendecido que soy y de lo mucho que puedo hacer para ayudar a otros

Estoy agradecido por mi salud. Gracias a Dios no tengo ninguna enfermedad o dolencia con la cual lidiar diariamente. Estoy agradecido con mi casa y por las comodidades que tengo. Estoy agradecido por  la presencia de mis padres, que están vivos y gozan de una buena salud en términos generales. Estoy agradecido por mis hermanos, mi trabajo, mis facultades mentales y físicas, por los problemas que tengo, los cuales me ayudan a crecer como persona. Estoy agradecido con lo vivido en mi pasado, lo cual me ha enseñado increíbles lecciones y me han vuelto más preparado y sabio en toma de decisiones. Estoy agradecido por vivir en una ciudad que no sufre de tsunamis, huracanes, terribles sismos, una ciudad que, de hecho, tiene cosas que mejorar, pero que aún así es una ciudad donde se puede vivir aceptablemente bien. 

Mi lista continuaría con muchas más cosas, y esa es la idea que te propongo que hagas de manera personal. Se siente muchas paz, y te hace ver que no todo es malo. Conozco mucha gente que se enfoca en lo malo todo el tiempo, y no hacen nada más que hablar de eso. Me rehuso ha ser así. Soy agradecido con lo que tengo, aspiro a más cosas, pero mi esencia y valor como persona no está atada a cosas materiales.

Espero que tu experiencia con la gratitud sea tan confortante como lo ha sido conmigo. 






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