martes, 20 de agosto de 2013

Cómo dejar de procrastinar

Constantemente sentimos esa sensación de que nos falta tiempo para hacer aquellas cosas que realmente nos gustan, entretienen o suman a nuestra sensasión de bienestar, por ejemplo, ir al cine, pasar tiempo con los amigos, la familia, hacer deporte entre otras más. En realidad, hay muchas cosas que efectivamente nos reducen el tiempo y que están fuera de nuestro control, sin embargo, también hay de aquellas que sí podemos controlar y cambiar con la cuota necesaria de disciplina. 

Una de éstas, es la llamada procrastinación, o el arte de dejar las cosas para más tarde, otro día, cuando nos den ganas, tengamos la motivación para ello o hasta como muchos hemos dicho "para un día antes, que es cuando trabajo mucho mejor"

Hasta cierto punto la procrastinación nos libera del estrés de atender ciertas cosas que no queremos hacer; pero a la larga, puede ser un factor de infelicidad o insatisfacción personal. Personalmente, he estado poniendo en práctica algunos consejos para "desaprender" esta hábito bien arraigado en nuestro diario vivir. No puedo decir que ya lo conseguí al 100%, pero he visto muy buenos progresos y por ende más tiempo para cosas que estaba descuidando.

Consejos para dejar de procrastinar

  1. Dejar de lado  tareas que no son importantes.

          A menudo cuando queremos evitar aquella tarea, se nos ocurre o se nos viene a la mente otras cosas que queremos hacer, pero si somos honestos con nosotros mismos, no son importante ni relevantes al menos en ese día. Usamos esas tareas o actividades ,que pueden esperar, para evitar aquella tarea que debemos hacer. Cada vez que sientes el deseo de evadir aquella responsabilidad por otra de menor relevancia, pregúntate a ti mismo, ¿cuál de estas responsabilidades es de mayor importancia y debo enfocar mi atención y energía en este momento? Sé honesto contigo mismo.

      2. Divide esa tarea importante en partes.

           Esto tiene mucho que ver con la administración de nuestra energía en aquella labor que tenemos que completar. Al dividir esta tarea, y al iniciarla ya existe un compromiso de continuarla un rato más tarde, pero en el día presente. Esto también va de la mano con la administración del tiempo. No siempre el tiempo nos va a alcanzar para terminarlo todo. Hay casos en los que debo corregir composiciones de mis alumnos, y cuando tengo poco tiempo, lo que hago es decidir hacer solo un porcentaje, y continuar con el resto en otro momento del día. Esto me genera un compromiso con terminarlo de todas maneras.



       3. Visualiza los resultados de culminar esa tarea

              Esto me ayuda mucho a tener la motivación necesaria para no sólo empezar, sino terminar aquello que me tiene enganchado. Pienso y visualizo en el tiempo que tendré una vez termine lo que tengo que hacer. Y no sólo eso, sino también me visualizo haciendo lo que quiero hacer en ese tiempo libre que vendrá como fruto de no procrastinar.




Como todo nuevo hábito que se quiere internalizar en nuestras vidas, ésto toma tiempo, dedicación y honestidad con uno mismo. Una vez arraigaido el hábito, éste corre en automático y es más fácil estar en control de aquellas tareas que requieren ser puestas en marcha y culminada. No te desanimes y comienza de a pocos y anda ganando experiencia y disciplina que es así como se logran grandes cosas.






1 comentario:

  1. Muy buenos consejos, comparito. Ahora mismo estoy viendo mi escritorio lleno de hojas por corregir. Me gustó el párrafo sobre el visualizar lo que podemos hacer cuando finalicemos las tareas importantes. Algo que también se me viene a la mente es el encontrar una motivación interna, la cual nos impulsa a realizar cosas que tal vez no nos agradan, pero que son muy necesarias para lograr nuestras metas...muy buen post!...Keep it up, buddy!

    ResponderEliminar